La
niña que va corriendo
atrapó
y lleva una estrella.
Va
que vuela y va doblando
matas
y bestias que encuentra.
Ya
se le queman las manos
se
cansa, trastabillea,
tropieza,
cae de bruces,
y
con ella se endereza…
No
se le queman las manos,
ni
se le rompe la estrella
aunque
ardan desde la cara
brazos,
pecho, cabellera.
Llamea
hasta la cintura
le
gritan y no la suelta,
manotea
sancochada,
pero
no suelta la estrella.
Como
que la va sembrando
que
la zumba y la volea.
Como
que se le deshace
y
se queda sin estrella.
No
fue que cayó, no fue.
Era
que quedó sin ella
y
es que ya corre sin cuerpo,
trocada
y vuelta centella.
Como
que el camino enciende
y
que nos arden las trenzas
y
todos la recibimos
porque
arde toda la Tierra.