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Al final de
mi calle está el bosque – unos 5/10 minutos caminando. Me encanta salir a
explorar las calles del pueblo - angostos caminos rurales, la verdad - y entrar en ese universo
verde, donde el único sonido es el cantar de los pájaros.
Fui a ver la floración del ajo silvestre - Allium ursinum, que está en su punto culminante. El piso del bosque es un mantón blanco; el aroma del ajo muy intenso.
Pensaba en
el estado de estos bosques que son prístinos, sin cambio o daño aparente, a
pesar de ser muy popular con visitantes y excursionistas.
Las personas
transitan, principalmente, por caminos que están definidos en mapas y guías detalladas de la localidad.
En estos senderos oficiales los caminantes tienen prioridad, e incluso el derecho a cruzar los
cercos para transitar por terrenos privados. Los accesos están claramente indicados
en portones y puertas de entrada a los campos.
La razón es que estas vías son más antiguas que la demarcación de los
terrenos de las granjas actuales - el proceso de apropiación de las tierras comunes (Enclosure) comienza a partir del Siglo XII. Muchos de los accesos permitidos corresponden a los ‘senderos
de misa’ que, antiguamente, conducían a la iglesia local y ‘senderos de los muertos’, que
llevaban al cementerio.
En este país, la historia está en cada lugar y regula la vida de todos y cada uno. Así de simple.
Les dejo imágenes
de mi paseo dominical, los ajos silvestres y mi calle camino al
bosque.
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| Permitida la entrada |
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| Centaurea montana |
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| Meconopsis cambrica |
Y dices bien amigo Fernando de sentirte una persona afortunada. Tener cerca ese bosque y esos senderos es todo un privilegio. Es precioso todo ese paisaje.
ReplyDeleteDisfrútalo bien amigo.
Las fotos como siempre encantadoras, una muestra más de la belleza del paisaje que te rodea.
Un fuerte abrazo y te deseo una buena semana.
Muchas gracias Juan, un gran abrazo.
DeletePreciosas fotografías y precioso el entorno del bosque. Aquí en Galicia también está esa especie en las carballeiras. Es muy parecido ese hábitat.
ReplyDeleteMuchas gracias amiga, un abrazo.
DeleteQué interesante lo que cuentas de los caminos, Fernando. Aquí existe algo parecido que viene de los siglos de la trashumancia, vías pecuarias más antiguas que los propios terrenos privados y, aunque están protegidas, es verdad que han perdido casi todo el valor ancestral que tenía.
ReplyDeleteUn saludo.
Muchas gracias, José Luis. Me imagino que es una historia común a los países europeos. Aquí es una historia de compromisos, que se manifiestan en la ley y en las prácticas. Es la tradición inglesa y estos derechos adquiridos, hace ya muchos siglos, se mantienen vigentes. Un saludo afectuoso.
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