Los
magnolios ya están en flor.
La
magnolia es una de las especies de plantas más antiguas, con restos fósiles que
datan 100 millones de años.
La
especie precede a las abejas, siendo su polinización realizada por escarabajos.
Por esta razón los carpelos de la flor son duros, como protección del ir y
venir de estos insectos.
Es
también la razón evolutiva por la que las magnolias florecen temprano en
primavera, antes que aparezcan los insectos alados a principios del verano.
El
nombre magnolia es relativamente moderno – el apelativo fue popularizado por
Carl Linneaus, en reconocimiento al botánico francés Pierre Magnol (1638-1715).
Siglos
antes, Magnolia dealbata era conocida por los antiguos Aztecas como Eloxochitl,
o ‘la flor con cáscara verde’.
En
China las flores de Yu-lan (Magnolia denudate) eran consideradas como símbolo
de pureza a partir del Siglo VII. Los antiguos japoneses también cultivaban la
magnolia Shidekobushi, como planta de interior.
Me rebela la idea que sea aceptable, todavía hoy, nombrar una especie así como así, cambiando de un plumazo su historia y pertenencia. Esta es una forma de
apropiación - indebida, porque si bien concuerdo con la importancia de la
taxonomía, insisto que esta debe respetar el origen y significado local de una
especie.
Si es necesario usar un nombre común, este debería ser un término
localmente reconocido. Pienso en el caso de Araucaria araucana Pehuén, que es llamada 'monkey puzzle' en el mundo de habla inglesa.
Pero
el asunto da para mucho.
Estas preocupaciones mías, me recuerdan el siguiente diálogo:
‘Bien parece —respondió
don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes;
y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a
entrar con ellos en fiera y desigual batalla.’
Sin pensarlo más, continuaré argumentando sobre el nombre de las cosas!