Tuesday 27 October 2020

Un cambio auspicioso

Cambiar de domicilio no es fácil.

En mi caso he tardado varios meses, vender la casa, empacar, desprenderse de bártulos acumulados por cuarenta años, preparar la mudanza - incluyendo mis plantas, liquidar las cuentas de servicios, redirigir el correo. Mil detalles que solucionar, la mayoría con procesos burocráticos a resolver vía call centre/internet.

¡Oh, la felicidad de la era digital!

Para resumir, hace un par de semanas que dejé Londres. Se abre para mí otro capítulo personal, el pueblo donde resido ahora tiene menos de 500 habitantes, una iglesia antigua, la oficina de correos y una laguna de patos. Sé que la vida será distinta, pero me parece un cambio auspicioso.

Les dejo imágenes de mi nuevo entorno en Inglaterra.