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Girona tiene lo mejor de dos mundos.
Es una ciudad vibrante y moderna, a la vez llena de tradición
e historia.
En mi último día en Cataluña pude visitar su casco antiguo y la Catedral de Gerona.
Es conmovedor caminar las mismas calles que han sido
transitadas por generaciones, desde la antigua Gerunda a la urbe moderna.
Lo que más impresiona es la confianza que exhiben los gerundenses, expresada en la hospitalidad con que acogen. También disfrute del sentimiento de unidad que comunican - casi ritualmente - en la danza colectiva de la sardana.
Lo que más impresiona es la confianza que exhiben los gerundenses, expresada en la hospitalidad con que acogen. También disfrute del sentimiento de unidad que comunican - casi ritualmente - en la danza colectiva de la sardana.
Ya volveré a Girona, seguramente en Mayo para el
festival de Temps de Flor. Dicen que Gerona emociona o enamora… en mi caso, no está lejos de la realidad.
Les dejo imágenes de la Catedral de Gerona y el rio Onyar.
Qui besa el cul de la lleona, retorna a Girona... |
Catedral de Santa Maria de Gerona |
Moscas de Sant Narcis |
Girona en el Onyar |
Yo desde la conocí no puedo dejar de visitarla, en Temps de Flors, maravillosas personas y lugar muy especial
ReplyDeleteHola Raúl, pues ya seremos dos en 2017. A ver si nos coordinamos cerca de la fecha. Un saludo.
ReplyDeletetengo varios destinos pendientes, cientos, tanto en españa como fuera, Girona es uno de ellos. Magnificas instantaneas
ReplyDeleteGracias Mario. Vale la pena, es una ciudad encantadora. Un saludo.
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