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Esta
semana visite Ham House en la ribera del rio Támesis, Richmond.
Es una casa señorial, que fue el centro de la vida social y política del siglo
XVII en Inglaterra. En la puerta de entrada se encuentra grabada la fecha de su
construcción, 1610. Es decir más de 400 años.
Ham
House está cargada de historia, su primer propietario fue William Murray, quien
tuvo la dudosa distinción de servir como ‘whipping boy’ del futuro monarca James
II - a los tutores de la realeza les era prohibido castigar físicamente al príncipe, la sanción se daba a otro niño en su lugar. Así el pobre William
Murray amasó fama y fortuna recibiendo palos ‘by proxy’, por así decirlo.
Pero
el personaje central de la historia es su hija: Lady Elizabeth Maitland
(née Murray), Condesa de Lauderdale. Esta fue una mujer destacada en su época,
particularmente por sus actividades pro-monárquicas durante la Guerra Civil (1642).
Elizabeth
Murray falleció en Ham House en 1698.
La
historia no escrita habla de Elizabeth Murray como la Dama de Negro, que
deambula por la mansión en medio de la noche. Su supuesta actividad es tal, que
Ham House ha ganado la triste reputación de ser uno de los lugares con más
apariciones en Londres.
La
mansión está vacía, congelada en el tiempo. Su exterior es frio y adusto. Las líneas y
proporciones exactas se repiten en el jardín, dominado por ocho rectángulos de
césped. Por ese entonces exhibir un ‘lawn’ de esas dimensiones - notoriamente difícil
y caro de mantener - era una manifestación de poder y opulencia.
Decidí
entrar a la casa, sin demasiado entusiasmo, pero la curiosidad es fuerte. El
interior se encuentra en semipenumbra - unas pesadas cortinas cubren todas las
ventanas para impedir la filtración de luz natural y proteger los muebles,
pinturas y gobelinos. El espacio es claustrofóbico y en los largos corredores
el eco de pasos retumba en los pisos de madera.
El
ambiente me fue descrito como ‘eerie’ (sobrecogedor) por un guía,
quien en seguida me relató sus experiencias personales con los fantasmas de Ham
House.
Ignorando
toda advertencia, me detuve ante el gran espejo del aposento de Elizabeth
Murray, la Dama de Negro. Dicen algunos que hay que saludar al entrar, ‘good
evening my Lady’, por si acaso… También recomiendan no mirar al espejo por
miedo al horror que se pueda reflejar.
Yo
no vi nada, nada de nada. La única imagen inquietante fue la mía propia, pero esa
es otra historia.
De
todas maneras respire mejor al salir al aire libre, en la huerta. Es demasiado
pronto para apreciar este jardín en su plenitud, solo algunos narcisos y crocus
que aparecen tímidamente. Sé que unas pocas flores no hacen primavera, pero a mí
me pareció la vuelta a la vida.
Me
prometí visitar esta pequeña huerta en Abril/Mayo, cuando espero disfrutar de su
colección de tulipanes y la vieja Flor de la Pluma que cubre la Orangerie.
Ya
les contare más sobre Ham House, la Casa de los Fantasmas en Richmond.
Buxus sempervirens y lavander - diseño original 1640 |
Grabado en la puerta principal: Viva el Rey 1610 |
Elizabeth Murray |
El gran espejo |
River Thames |
Buenísimo tu comentario del tu reflejo en el espejo. Estoy buscando más información de esta casa y sus habitantes. Tú me has ayudado un poquito, gracias.
ReplyDeleteHola, muchas gracias. Aquí encuentras mas información:
Deletehttps://www.nationaltrust.org.uk/ham-house-and-garden