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Gerona
es una ciudad que me encanta.
La
he visitado en numerosas oportunidades, siempre me llevo la mejor impresión y una intención de regresar. Es que Girona tiene magnetismo.
La
ciudad cuenta con lo mejor de dos mundos: por un lado, su historia y sentido de identidad. Por otro, un gran dinamismo de urbe moderna y avanzada, con una infraestructura de primer nivel.
Esta
mezcla de tradición y modernidad es muy atractiva.
Para un aprendiz de fotógrafo hay una riqueza de motivos - el problema no
es que fotografiar, sino que desestimar. Todo es acentuado por una luminosidad
perfecta, que revela ocres y formas singulares en las calles y edificios.
Caminé por la ribera del Onyar y los puentes que conducen a la ciudad vieja - la Catedral, los baños árabes y el barrio judío. Una
introducción a mil años de historia en un par de kilómetros.
Esta visita confirma que a Gerona siempre se vuelve.
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| Prudenci Bertrana |
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| Albizia julibrissin |
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| Puente de les Peixateries Velles |
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| Rio Onyar |
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| Catedral de Gerona |
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| Muralla carolingia |
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| Universidad de Gerona |
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| Parc de la Devesa |
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| Casa Pastors |
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| Call de Girona (Qahal), antiguo barrio judío |
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