Esta semana fui al Chelsea Flower Show, el evento más importante en el calendario de la jardinería en Inglaterra. Esta es la edición 149 de este evento, que ocurre en los jardines del Chelsea Royal Hospital desde 1913.
In we go |
La primera impresión es de una multitud avanzando llena de expectativas, pero amablemente sin asomo de impaciencia. Este año, 170.000 personas visitaron Chelsea.
Una vez dentro se abre un verdadero mundo de posibilidades. Uno tras otro se suceden los múltiples puestos con escultores, artesanos, libros, semillas, herramientas y un sinnúmero de artículos y artefactos de jardín. Todos presentados en la manera más exquisita, una auténtica celebración del arte e industria de la jardinería.
Obviamente el plato fuerte de Chelsea son sus jardines. Para mi destacaron los siete jardines artesanales, particularmente 'A Postcard from Wales'. Este pequeño jardín reproduce el paisaje del suroeste del País de Gales con fidelidad y poder evocativo.
Postal from Wales |
Los llamados 'show gardens' son las estrellas indiscutidas de la muestra. Estos eran 17 jardines obra de destacados diseñadores contemporáneos como Cleve West, Bunny Guinness, Robert Myers, James Wong and Kazuyuki Ishihara.
Entre los más comentados están Irish Sky Garden de Diarmiud Gavin y British Heart Foundation Garden por Anne-Marie Powell. Sin embargo estos dos diseñadores, en mi opinión, fueron poco audaces en su selección de plantas, sobrevalorando el uso de estructuras pesadas para crear impacto.
Por otro lado Cancer Research Garden por Robert Myers logró un equilibrio perfecto de textura, formas y color. Este jardín afirma el principio elemental de perspectiva - exhibir las plantas de menor altura al frente y los árboles a cierta distancia. Simple pero efectivo.
Cancer Research Garden |
Pero no se trata de alegar que un jardín es mejor que otro, simplemente existen distintas lecturas y opiniones. De hecho el jardín de Diarmiud Gavin fue elegido por el público como el mejor del show. No hay que perder de vista que el punto principal de Chelsea no es la competencia (que puede ser feroz), sino que el espacio creativo que genera.
Chelsea es una celebración de la creatividad, desde el jardín sofisticado hasta el más pequeño de los huertos artesanales, todos exhiben una creatividad sin límites que es tangible, alegre y contagiosa.
Este es un punto que arranca de lo ético, libertad de expresión, pero toca en lo práctico, porque una sociedad necesita cultivar la creatividad para mantenerse renovada y competitiva. Esto implica que los márgenes de tolerancia son mayores, porque lo excéntrico hoy puede ser la realidad de mañana. Este es el secreto, a mi juicio, de la originalidad y éxito relativo de Gran Bretaña.
Este es un punto que arranca de lo ético, libertad de expresión, pero toca en lo práctico, porque una sociedad necesita cultivar la creatividad para mantenerse renovada y competitiva. Esto implica que los márgenes de tolerancia son mayores, porque lo excéntrico hoy puede ser la realidad de mañana. Este es el secreto, a mi juicio, de la originalidad y éxito relativo de Gran Bretaña.
De momento, he renovado mi subscripción a la Royal Horticultural Society y hecho una cita para el próximo Mayo. ¡Falta tanto tiempo!
Fernando! Gracias por el enlace. En eso coincido contigo, el punto de festival y efímero bien entendido es lo que hace tan, tan sugerentes las propuestas.
ReplyDeleteEste año tuvimos que elegir, pero el año que viene sin falta estaremos allí. Quizá coincidamos!
Javier P.
LaHabitacionVerde