Queen Mary's Rose Garden, Regent's Park |
Dicen
los jardineros que mientras más frío el invierno, más flores en la primavera.
Este año la evidencia estaría a la vista, particularmente en la abundante
floración de las rosas.
Pienso
que más bien podría ser el resultado de un invierno fuerte y una primavera
temprana, con temperaturas muy altas. Para mi la pregunta verdaderamente
interesante es: ¿como 'saben' las plantas que se aproxima la primavera?
Lo
obvio es apuntar a cambios de temperatura, pero el fenómeno es más complicado.
Sibum Sung y Richard M. Amasino, investigadores de la Universidad de Texas, han
descubierto una molécula específica que permite a las plantas 'recordar' el
invierno para florecer en el período más propicio.
Mientras
hacían estudios de ADN en plantas, Sung y su colega, descubrieron que la
producción de una molécula, que llamaron Coldair, podía ser activada o
desactivada genéticamente. En respuesta al invierno la molécula se desactiva,
impidiendo la floración. Después de 20 días sostenidos de frío, la molécula se
activa iniciando la secuencia de primavera.
La
hipótesis de Sung es que durante millones de años de evolución, las plantas han
desarrollado esta suerte de 'memoria celular', permitiéndoles recordar el
invierno y saber cuándo reactivarse.
Así
mis amigos jardineros podrían tener algo de razón, pero no son las bajas
temperaturas en sí, sino que la duración del período de frío - 20 días
ininterrumpidos, lo que las plantas 'memorizan'. Esto les permite diferenciar
entre cualquier alza puntual de temperatura y el fin del invierno.
Una
vez más un fenómeno superficialmente simple, resulta ser de gran complejidad.
Como innumerables científicos y creadores, incluyendo diseñadores de jardines,
lo comprueban día a día, no hay nada más dificil que la simplicidad.
NOT
AVAILABLE (COPY REQUESTED) - Para bajar el artículo de S. Sung y R. M. Amasino
en Science Direct
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