Saturday, 18 June 2011

El año de la rosa

Queen Mary's Rose Garden, Regent's Park
Dicen los jardineros que mientras más frío el invierno, más flores en la primavera. Este año la evidencia estaría a la vista, particularmente en la abundante floración de las rosas.

Pienso que más bien podría ser el resultado de un invierno fuerte y una primavera temprana, con temperaturas muy altas. Para mi la pregunta verdaderamente interesante es: ¿como 'saben' las plantas que se aproxima la primavera?

Lo obvio es apuntar a cambios de temperatura, pero el fenómeno es más complicado. Sibum Sung y Richard M. Amasino, investigadores de la Universidad de Texas, han descubierto una molécula específica que permite a las plantas 'recordar' el invierno para florecer en el período más propicio.

Mientras hacían estudios de ADN en plantas, Sung y su colega, descubrieron que la producción de una molécula, que llamaron Coldair, podía ser activada o desactivada genéticamente. En respuesta al invierno la molécula se desactiva, impidiendo la floración. Después de 20 días sostenidos de frío, la molécula se activa iniciando la secuencia de primavera.

La hipótesis de Sung es que durante millones de años de evolución, las plantas han desarrollado esta suerte de 'memoria celular', permitiéndoles recordar el invierno y saber cuándo reactivarse.

Así mis amigos jardineros podrían tener algo de razón, pero no son las bajas temperaturas en sí, sino que la duración del período de frío - 20 días ininterrumpidos, lo que las plantas 'memorizan'. Esto les permite diferenciar entre cualquier alza puntual de temperatura y el fin del invierno.

Una vez más un fenómeno superficialmente simple, resulta ser de gran complejidad. Como innumerables científicos y creadores, incluyendo diseñadores de jardines, lo comprueban día a día, no hay nada más dificil que la simplicidad.

NOT AVAILABLE (COPY REQUESTED) - Para bajar el artículo de S. Sung y R. M. Amasino en Science Direct

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