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Esta es típica de Londres. Su apariencia no cambia; cuando una casa es modernizada, la reconstruyen cuidadosamente para preservar su aspecto original.
Las rejas de los cercos están uniformemente pintadas de negro, siguiendo una tradición que se remonta al funeral del Príncipe Alberto en 1861. ¡Cosas de Londres!
El resultado es una sensación de estabilidad y permanencia que, en mi experiencia, es intrínseco al modo de vida británico. Pero con el comienzo de la primavera mi calle despierta a nueva vida. Es imposible escapar este potente proceso de renovación y cambio.
Febrero |
Abril |
Nos hemos acostumbrado a pensar el tiempo como medida, al punto que se nos escapa su sentido profundo: la verdadera esencia del tiempo es la transformación de todo lo que existe.
Solo el cambio es eterno y no se puede detener. Lo decían los filósofos griegos (Heráclito de Éfeso 535–484ac) y lo afirma nuestro Pablo Neruda: ‘Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera’.
Las imágenes de momentos contrastantes en mi calle invitan esta pequeña reflexión, que pensé seria grato compartir con ustedes.
Preciosa calle y cambio de estación. Maravilloso post. Te felicito.
ReplyDeleteFernando, primero de todo, tu calle es preciosa!!
ReplyDeleteEsa tradición me parece muy acertada. La uniformidad de las rejas, las fachadas originales, la simetría... la sensación es de armonía y equilibrio. Eso es algo que siempre agradezco...
Por otro lado, esos arboles son puro espectáculo y no cabe duda que le dan "vida" y con sus cambios, transforman totalmente el espacio.
con una calle así ya sales contento de casa, que maravilla!!!
ReplyDeleteUna calle preciosa!!!! Espectacular...
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