Saturday, 14 November 2020

Oda a la jardinera, Pablo Neruda

La Jardinera Ary Marín


Oda a la jardinera

Sí, yo sabía que tus manos eran 
el alhelí florido, la azucena 
de plata;
algo que ver tenías 
con el suelo, 
con el florecimiento de la tierra, 
pero 
cuando 
te vi cavar, cavar, 
apartar piedrecitas 
y manejar raíces 
supe de pronto, 
agricultora mía, 
que 
no sólo 
tus manos, 
sino tu corazón 
eran de tierra, 
que allí 
estabas 
haciendo 
cosas tuyas, 
tocando 
puertas 
húmedas 
por donde 
circulan 
las 
semillas. 

Así, pues, 
de una a otra 
planta 
recién 
plantada, 
con el rostro 
manchado 
por un beso 
del barro, 
ibas 
y regresabas 
floreciendo, 
ibas 
y de tu mano 
el tallo 
de la astromelia 
elevó su elegancia solitaria, 
el jazmín
aderezó 
la niebla de tu frente 
con estrellas de aroma y de rocío. 
Todo 
de ti crecía 
penetrando 
en la tierra 
y haciéndose 
inmediata 
luz verde, 
follaje y poderío. 
Tú le comunicabas 
tus semillas, 
amada mía, 
jardinera roja. 
Tu mano 
se tuteaba 
con la tierra 
y era instantáneo 
el claro crecimiento. 
Amor, así también 
tu mano 
de agua, 
tu corazón de tierra, 
dieron 
fertilidad
y fuerza a mis canciones. 

Tocas 
mi pecho 
mientras duermo 
y los árboles brotan 
de mi sueño. 
Despierto, abro los ojos, 
y has plantado 
dentro de mí 
asombradas estrellas 
que suben con mi canto. 

Es así, jardinera: 
nuestro amor 
es 
terrestre: 
tu boca es planta de la luz, corola, 
mi corazón trabaja en las raíces. 

Pablo Neruda
Tercer libro de las odas, 1957


1 comment:

  1. Precioso poema de mi poeta preferido que no conocía amigo Fernando. Que bien nombra, describe y adorna a la Astromelia. Ha sido todo un placer leer.
    Un fuerte abrazo y buen fin de semana.

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